En este pequeño relato histórico recogemos los inicios de la Hermandad, desde su fundación hasta el traslado a San Pablo. Después podréis encontrar mas información en la página de fechas a recordar donde vienen recogidos momentos claves que van marcando el transcurrir diario de nuestra Cofradía en sus mas de 30 años de existencia.
La Hermandad de la Salud fue fundada por Francisco Puente Carbó, componente por aquel entonces de la Asociación Misioneros de La Esperanza (MIES) y estudiante de teología en la escuela menor del Obispado de Málaga.
Se inicia en 1.978, cuando Francisco Puente se encuentra casualmente con la imagen del Cristo del Gran Amor, obra del escultor Luis Álvarez Duarte, que había sido presentada a Málaga para presidir la capilla de la Abadía de Santa Ana del Cister. Con la ilusión puesta en esta imagen, transmite este sentimiento a sus más cercanos amigos, como Juan Manuel Revidiego, María Gracia Díaz Torres, Rafaela Pancorbo, que se convierten desde los primeros días en colaboradores y cofundadores de este incipiente proyecto.
Tras conversaciones mantenidas con el Rdo. P. Diego Ernesto Wilson Plata, director espiritual por aquel entonces de Francisco Puente, le es concedida la autorización para dar forma a éste hasta entonces ilusionante proyecto. A partir de este momento se empieza a tomar contacto con las religiosas de la Abadía del Cister, así como con el propietario de la imagen, con el propósito de ver las posibilidades de que el proyecto pudiera ser una realidad. Era el mes de mayo de 1.979.
Una vez obtenido el consentimiento de ambas partes, con el apoyo de la Madre Abadesa, se formula escrito respaldado por el Padre Ernesto Wilson, dirigido al Vicario General de la diócesis, D. Manuel Diez de los Ríos, solicitando dar culto interno a la imagen del Santísimo Cristo del Gran Amor, en la capilla de la Abadía del Cister. Una vez concedido el permiso oficial por el Sr. Vicario, con fecha 17 de marzo de 1.981, se elaboran unas primeras y sencillas reglas que recogen la espiritualidad y sentido de la Hermandad, quedando establecidos de esta forma los criterios básicos.
Se destaca ante todo, una actividad apostólica de formación y acercamiento al mundo del enfermo más desfavorecido. Al mismo tiempo que se sigue ampliando la divulgación del proyecto de hermandad, incrementándose el número de hermanos y colaboradores, dando lugar en 1.981 al primer culto, con la celebración eucarística, en honor del Santísimo Cristo del Gran Amor, depositando una ofrenda floral a los pies de la imagen, donde se concreta el agradecimiento por haber cubierto una primera etapa, y exponiendo las reglas básicas de la futura Hermandad.
Así se inicia una segunda etapa pensando en completar la iconografía con la adquisición de la imagen de la Virgen. Se llega a la conclusión de que sería bajo la advocación de María Santísima de la Salud, advocación nueva y a la vez necesaria en esta ciudad y que se correspondía con la labor apostólica que mantenía un grupo parroquial de jóvenes, dentro del mundo de los enfermos: por la necesidad que el enfermo tiene de apoyarse en su fe, para sobrellevar el sufrimiento, sintiéndose espiritualmente consolado a través de la Salud de la Virgen María, una salud ante todo espiritual, que transmite alegría y esperanza a todo aquel que padece enfermedad.
Se encarga de esta forma una talla de la Santísima Virgen al imaginero Antonio Dubé de Luque, la cual está concluida a finales de 1.981, celebrándose oficialmente la bendición solemne en la capilla abadía de Santa Ana del Cister, el día 2 de junio de 1.982. De esta forma nace una nueva advocación, no rescatada de la historia procesional, sino recogida de la inagotable fuente de advocaciones marianas: Salud de los Enfermos (letanía lauretana). Se enriquece aún más el extraordinario papel mediador de la Santísima Virgen María en la Iglesia, como fuente de agua viva, que cura, sana y consuela el sufrimiento del enfermo.
A partir de esta fecha de 1.982 se ve con más claridad que el proyecto desembocaría en una Hermandad de Semana Santa y que podía tener un destino itinerante de la imagen, a ser posible, en un centro sanitario.
En la celebración eucarística del 31 de mayo de 1.983, tiene lugar la Coronación Litúrgica de la imagen de la Salud, presidiendo la eucaristía el Padre Diego Ernesto Wilson. Es Francisco Puente Carbó quien coloca en las sienes de la imagen la tan esperada corona de metal dorado. La primera Junta de Gobierno queda establecida, siendo su primer Hermano Mayor Francisco Puente Carbó, formando parte de la misma Rafaela Pancorbo, Antonio Márquez, Manuel García, Jesús Ruiz, Juan Barrera, Juan Manuel Revidiego, Mª Gracia Díaz, Juan Antonio Guarnido.
La Hermandad sigue manteniendo sus cultos en la Capilla del Cister, resaltando especialmente los cultos de Cuaresma, con la eucaristía dedicada al Santísimo Cristo del Gran Amor, así como la celebración del mes de mayo y el Besamanos de la Virgen. Mientras tanto se elaboran los estatutos definitivos para darle una forma más adecuada y acogernos a las bases oficiales de la autoridad eclesiástica.
En este momento solicitamos a través del Vicario convertirnos en Cofradía de Semana Santa y se envía un borrador de estatutos al Delegado Episcopal de Hermandades y Cofradías de Semana Santa.
Pero surge un nuevo y grave problema. El 14 de octubre de 1.984, una vez fallecida la Madre Abadesa, a través del torno, la Madre Auxiliadora comunica a Fany Pancorbo y a Francisco Puente que la Hermandad no puede quedarse en el convento. El Delegado Episcopal les había pedido la firma correspondiente para el establecimiento de la definitiva Sede Canónica y éstas, aconsejadas por los Caballeros del Cister, denegaron la solicitud. Gravísimo revés para la historia de esta incipiente Hermandad, ver como todo su proyecto se desmoronaba, pues teníamos que abandonar la Capilla del Cister y al mismo tiempo, como era natural, la imagen del Santísimo Cristo del Gran Amor, tan querida por nosotros, pues fue el impulsor de la primera ilusión.
Tras este triste momento empieza un peregrinar solicitando ser acogidos por las iglesias de Málaga hasta desembocar en la parroquia de San Pablo, a la que llegamos de la mano de Maleny Nieto, que era responsable del grupo parroquial Fimes. Tras mantener una entrevista con D. José García Rosado, se nos concede la Sede Canónica oficialmente en la Parroquia de San Pablo.
A partir de aquí, los estatutos son finalmente aceptados por la Diócesis el 26 de febrero de 1.985, convirtiéndonos en Hermandad de Culto y Procesión.
Aún permanecimos en el Cister y en el mismo 1.985 realizamos la primera salida procesional. Fue desde el antiguo colegio de San Agustín, al no encontrar ningún templo que quisiera albergarnos. También se realizó Estación de Penitencia en el Patio de Los Naranjos de nuestra Catedral, pues por aquel entonces sus puertas permanecían cerradas a las Cofradías. La imagen de la Virgen de la Salud fue procesionada en unas sencillas andas.
En la Semana Santa de 1.986, la Hermandad realiza su segunda Estación de Penitencia saliendo, de nuevo, desde el colegio de San Agustín, pero ya para no volver al Convento del Cister, en cuyo seno nació la Corporación recogiéndonos en San Pablo, en el popular y cofrade barrio de la Trinidad, que nos acogió con los brazos abiertos y con el que se ha establecido una excelente comunión Hermandad-Barrio.
En 1.987 salimos por vez primera del interior de la iglesia de San Pablo y realizamos Estación de Penitencia en el Patio de los Naranjos de la Catedral sin estar aun agrupados.
En 1.988 fuimos admitidos en el seno de la Agrupación de Cofradías, por acuerdo de su Junta de Gobierno, presidida por don Francisco Toledo y celebrada el 19 de Enero. Y en esa Semana Santa la Virgen de la Salud estrenó palio y entramos en la Catedral, siendo pues el primer palio que cruzó el dintel de la Catedral.
El viernes 4 de marzo de 1.988, se firma el contrato de encargo al escultor hispalense Luis Álvarez Duarte de la hechura de nuestros sagrados Titulares, presentándose el viernes 27 de Enero de 1.989, la imagen de María Santísima de la Salud. En su pecho se encuentra acogida la primitiva imagen de la Virgen de la Salud, obra de Dubé de Luque, y primera titular de nuestra Hermandad.
El 9 de marzo de 1.991 fue presentada la talla del Cristo en el Museo Diocesano, y bendecida solemnemente el 31 de Mayo de 1.991 en San Pablo, siendo padrinos de la imagen las Hermandades del Domingo de Ramos.
También en 1.991, el 31 de Mayo, fue bendecida la capilla de nuestros Titulares en San Pablo, con una sencilla estructura realizada por Rafael Liébana.
El 28 de marzo de 1.999, tras veinte Domingos de Ramos esperándolo, el Cristo de la Esperanza en su Gran Amor es procesionado por las calles de Málaga por primera vez.
Y hasta aquí esta reseña histórica de los orígenes de la Hermandad quizás menos conocida por los hermanos mas jóvenes y que puede ser más difícil de encontrar que la historia reciente bien recogida en boletines y publicaciones.