Mis queridos hermanos de la Salud, van pasando los días del confinamiento, momentos difíciles pero cargados de una profunda esperanza en Cristo, en su Gran Amor.
Me dirijo a cada uno de vosotros para desearos que os encontréis bien, también vuestra familia y amigos queridos.
La Pascua del Señor Resucitado vivida en profundidad es fortaleza y luz que ilumina nuestra historia, es horizonte siempre abierto, es vida eterna.
Se aproxima el mes de mayo, os invito a vivirlo teniendo en el centro de nuestra vida personal y familiar a la Virgen de la Salud, nuestra madre. Oremos con sencillez en familia ante su imagen, pongamos un pequeño altar.
Un abrazo fuerte a todos y que Dios os bendiga y la Virgen os proteja, especialmente a los enfermos. Rezo y ofrezco la Eucaristia por la Hermandad.
Manuel Ángel Santiago
Director Espiritual y Delegado de HH y CC de Málaga.